con sus ojos llenándose de lágrimas e intentando contenerlas se miró al espejo como si estuviese frente a El,
- "puedo sentirme Tuya, pero hay cosas que no puedo ni quiero hacer...".
Calló un instante, miró hacia el suelo sintiendo las lágrimas resbalar por sus mejillas,- "no puedo, ni siquiera por Tí"...
Volvió a mirar al espejo, como si mirase a sus ojos y, tras suspirar, añadió: -"Ahora no sé si... si ya no querrás volver a llamar a mi puerta"...
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