Siempre había al menos una, cuando no era el sexo, era la comida, cuando no, martirizar su mente (para esto no precisaba ayuda exterior, pero no era raro buscar a alguna persona que pudiese hacerlo)
o directamente físicamente, como si tuviese además que estar "castigándose" contínuamente por una infinidad de pecados que debía purgar... ¿personalidad adictiva y autodestructiva?
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