viernes, 29 de julio de 2011

Qué cosas!


No me reconozco.

Nunca hubiese creido verme en una situación así: carezco de deseo (sexual, principalmente, de otros ando sobrada y si no que se lo digan a los kilos que he cogido después de lo que me costó perderlos).

Pues sí, es curioso y a la vez tremendamente frustrante pensar que no me atrae como antes (que por otro lado, a lo mejor era demasiado... -noooo, el sexo nunca puede ser demasiado!), que ni conmigo misma... y ésto, ¿a qué se debe?

Pues a la medicación para controlar el dolor de mi atrapamiento de nervio. Las puñeteras pastillas me tienen "castrada químicamente hablando"... y lo peor no es eso en realidad, lo peor es la ansiedad, la depre, las ansias por comer a cualquier hora y lo que sea, lo cual, no favorece entonces la ansiedad, la depresión y que ni se me ocurre pensar en desnudarme delante de nadie y que odie de nuevo los espejos (bueno, la imagen que veo en ellos realmente). Y si dejo de tomar la medicación, el dolor me impediría entonces tener ganas de sexo, así que... mejor sin sexo y sin dolor de nervio (bueno, ahora voy a llorar un rato).

2 comentarios:

Monja Indignada dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nana dijo...

Hace no tanto tiempo estuve con ansiolíticos, y hace un poquito menos, con antidepresivos. Mi impulso sexual ya no era inextistente, sino que tendía ya a lo negativo. Muy chungo; dejé de tomar ambas medicaciones, entre otras cosas por eso, pero sobre todo por una cuestión de autocontrol y para demostrarme que puedo vivir sin ellas. Ahora me cuesta bastante hacer vida normal, pero por lo menos puedo follar. Que no es poco :)

Un besito muy fuerte y mucho ánimo, guapa.