miércoles, 15 de diciembre de 2010

C

C. quiere. C. no puede. C. desea. C. duda. C. juega.
C. y su circunstancia. C. y su dulzura. C. y sus deseos instafisfechos.
C. y sus fantasías. C. y sus realidades.
C. y sus pocas llamadas. C y sus escasos correos. C. casi ni lee mis correos.
C. provoca. C. deja de escribir y llamar.
C. me gusta. C. sigue en mi vida C. dice que no puede ofrecer.
C. y mis dudas. C. y mis enfados. C. y mi abandono. C. y mi entrega

Srta. Marta no pide, hace mucho tiempo que descubrió que pedir, lo que se dice pedir, hay que pedir lo justo y estrictamente necesario, lo básico (para mí: respeto, sinceridad y la verdad, que NO es poco).

Srta. Marta ya no espera nada, hace también mucho que descubrió que si se espera algo de otro ser humano, lo más fácil es que:
1.- no te den nada y te quedes esperando siempre, como Penélope con su bolso de piel marrón... y al final acabes como Alfonsina...
2.- lo que te den no tenga nada que ver con tus expectativas, se quede cortísimo.
3.- que te den por saco (por no decir algo más "directo")

(...)
Ella tal vez quería
o no quería lo que yo quería.
(...)
yo y ella caminamos juntos a sumergirnos
en el placer amargo de los desesperados.

de "Rangoon 1927", en Memorial de Isla Negra. Pablo Neruda

Pedir y esperar son las maneras más fáciles de sentirse defraudado, estafado, engañado, triste. Es mejor que cada uno de lo que quiera, pueda y considere oportuno, pero siempre siendo sincero, eso sí. Si para mí no es suficiente, o me aguanto o busco lo que me falta en otra parte. Es así de sencillo. Aunque a veces me falla esta posición y espero, y pido... y así me pasa...

Despues de 38 años, sigo buscando lo que me falta. Tal vez es que no sé lo que es y hasta que no aparezca no me daré cuenta. O tal vez soy tan exigente que jamás encuentre lo que me llene. No soy conformista, sólo... consecuente. Y, no lo llameis "amor"... no es simplemente eso.

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