Tras la pérdida en 2 meses de 2 de mis compañeros, uno por vejez (18 años casi) y otra por enfermedad (5 años conmigo), el "superviviente" cayó en una depresión que cada vez iba a más, así que había que poner remedio. El primer intento vino con la adquisición de 2 jerbos, para ver si el gato se entretenía. Fallido.
"Tiempo al tiempo",-me dije, pero nada, cada día peor, el gato, Miska, de 9 años, no comía casi, se pasaba el día maullando de manera lastimera y asustado.
Así que tuve que poner mis esfuerzos en localizar un cachorrito de gato positivo en leucemia como el mío. Y de un día para otro, apareció Kyra en casa. Tras un par de días de conocimiento mutuo, son uña y carne. Miska come más, no maulla como antes y se le ve contento, jugando y escapando de la terremoto de casi 3 meses que no para ni durmiendo.
Así que, esta es Kyra
3 comentarios:
=)
Me alegro mucho por tí y por ellos. Kyra me parece majísima.
majísima, cariñosísima y un terremoto... es eléctrica!!!!!!
Me alegro por Miska y por ti. Muy linda tu nueva gatita.
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