La diferencia entre tú y yo,- pensaba,- es que tú no me informas de tus escarceos y yo a tí sí... ,-era como si se lo dijese a él pero no sabía si algún día lo haría realmente.
La diferencia es que tú no me los cuentas porque sabes que me hacen sentir mal, que me pueden mis celos y mi inseguridad incomprensible e incontrolable, a pesar de que eres consciente de que sé que existen y yo...,-suspiró e hizo una pausa en sus pensamientos,- y yo... yo te los cuento para darte en las narices diciéndote así que tú no eres el único, y que no eres ni imprescindible ni tan importante en mi vida,-se encogió de hombros y volvió a suspirar en una nueva pausa,- y lo más gracioso es que no eres el único, no... pero el resto... es mentira...
Srta. Marta, agosto 2010 (3 años ya...)
4 comentarios:
¡Ay, Marta!
Ojalá pudiéramos aceptar las cosas tal y como vienen conbuena cara. Ojalá.
Conste que yo lo intento.
Un abrazo muy fuerte.
3 años mareando la perdiz... Y el tiempo pasa, y no vuelve.
pero todo tiene un final... nuevo post.
Mientras no te dé por hacer un "remake" o una segunda parte...
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