Ni voy a ir aprovechando tu viaje y el mío, ni creo querer seguir con lo que sea que hayamos tenido todo este tiempo. No, no creo, lo sé. No quiero.
Y lo más raro es que lo hago a sabiendas de que me quedo sola, tú sabes a qué me refiero, pero da igual, ya da igual, estoy aburrida de esperas y de haber dejado de sentir que soy algo especial en tu vida.
Ya no hay X, ya no hay Tú y yo, ya no hay... Ya no. No.
Esperando la llegada de la fiesta de Halloween (impaciente ya, voy a estar irreconocible), he hecho planes para continuar unos días fuera de casa. Así que me espera Oviedo. Un par de días a solas conmigo misma fuera de casa, rompiendo con la rutina en la que me he metido hace años.