"Hay una línea muy fina entre el placer y el dolor"-explicó. "De hecho -continuó-, para algun@s, el dolor es necesario para avanzar... "
Y entonces, en silencio, mirando hacia otro lado, pensando en sí misma, pensó: "pero... ¿cuánto dolor es preciso para hacerlo y no romperse?. ¿Había amado realmente o sólo había adicción al dolor, sobre todo a ese dolor exquisito de desear/necesitar lo -hasta entonces al menos- inalcanzable?"
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