domingo, 15 de mayo de 2011

Atada


Amarrada por una atadura invisible que yo misma anudé


 No supe darme cuenta de que no iba a recordar cómo desatarme


No me di cuenta de que era posible que no tuviese manera de deshacer los nudos

 No me di cuenta de que vueltas y vueltas iban cada vez enrrollándose en mí, cada día un poco más, cada experiencia, cada día de soledad, cada relación, cada pensamiento... más y más...



Y ya no sé deshacer los nudos


1 comentario:

vidimus dijo...

Pues nada, búscate a alguien que tenga un cuchillo con el que cortar esas cuerdas (y no va con segundas, ¿o sí?).