miércoles, 14 de marzo de 2012

Días difíciles

Para olvidar.

Ingreso en el hospital para la intervención al día siguiente y tras más de 2 horas de espera en preoperatorio (desde las 7,30 de la mañana) viendo como todo el mundo entraba a su quirófano, me dicen que me suben a la habitación y que a última hora de la mañana me operan. 

Ya en la habitación, disgustada porque me he agobiado por momentos abajo, al estar completamentes sola, tumbada desnuda en una camilla tapada con esa sabana verde quirófano, enganchada a un gotero, en una sala de lo más aséptica y despersonalizada, aparecen y me dicen que no, que me dan el alta y me volverán a llamar para operar la semana próxima... eso dice mi cirujano, que viene personalmente a contarme que el quirófano tiene un problema eléctrico y por seguridad no pueden operar... me dan el papel del alta y que vaya a la secretaría de cirugía a que me digan qué hacer y me de ingreso. Me encuentro con la borde de turno (tuvimos cierto "altercado" motivado por una mala interpretación por su parte de una queja que eleve a las entonces "altas esferas" de la Sanidad en la Comunidad -de Madrid-, suerte que tenía entonces de conocer a la persona responsable) que, cuando ve quién soy quita de en medio a su compañera que iba a atenderme y dice: "No sabemos nada, como comprenderás, aunque tu médico lo haya dicho que te opera la semana que viene, la gente para la semana ya está programada" -con una altanería que me di la vuelta y no quise seguir allí porque o me daba por llorar -que fue lo que hice todo el resto del día- o la metía dos cortes o algo más... así que pasé del tema, y para casa. Ya me llamarán. Ya veremos si tengo ganas de operarme o me viene bien entonces porque tenía todo mi trabajo organizado y ahora las fechas me las descuadran pero por otro lado, al trabajo que le den, es lo que hay y si me quieren echar, que lo hagan ahora que aún les queda algo para pagarme la liquidación.

Así que nada, alta y a currar. Por la tarde, cojo el coche y calculo mal al pasar por una calle y aunque maniobré, le rocé a una payasa mal estacionada que vino al momento gritando y encima queriendo llevar la razón (que sí, que yo iba en movimiento y yo soy la "culpable"). Así que me pone nerviosa y grito yo. Y le digo que saque los papeles y hagamos el parte y me dice que no tiene tiempo y entonces ya me enervó. Y yo sin móvil porque me lo había dejado en casa. Y la tía se pira, y cojo papel y empiezo a apuntar la matrícula y viene corriendo otra vez diciendo que ella va a presentar parte y le digo que yo también y por eso quiero sus datos y no me saca carné ni nada... y en esto que aparece un municipal, desaparece la cretina en cuestión (corre cobarde, corre) y me dice el cachondo que si tengo la matrícula, con eso vale... ole la colaboración de los cuerpos de seguridad del estado... en estas la veo que coge el coche y sale volando... 

Y llega el sábado y nos vamos a dar una vuelta y llevo yo el coche y viene un "peseta" y me arrea un golpe y encima se pone chulo y se da el piro diciendo que la culpa es mía porque se lo veía venir (ein????????) que llevaba un minuto parada (payaso! primero, si te lo ves venir, ¿para qué coño pasas? y segundo: estaba saliendo la de delante de mi cuando se abrió el semáforo, qué hago, le paso por encima??????). Pero como mis nervios no dan para más, me callo y dejo a mi copilota que hable y el tio se da el piro y dice que no da parte. Y nos quedamos con un palmo de narices sin darnos tiempo ni a apuntar la matrícula. El golpe fue leve, pero te deja también "tocada" moralmente.

Y cogemos la Autovía y un puto chino (sí PUTO CHINO, así de cerca lo tuve que vi que lo era) se nos echa encima incorporándose y eso que yo le había visto ya y había reducido un montón, pero al final, tuve que pegar un -ligero- volantazo (joder, qué reflejazos tengo) y es que tampoco podía cambiarme al carril de la izda porque venía uno como se suele decir, "follao". 

Y lo que más me jode es que yo CONDUZCO DE PUTA MADRE.

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